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miércoles, 23 de noviembre de 2016

LA SAGRADA VIDA DE LA TIERRA INTERNA.

LA SAGRADA VIDA DE LA TIERRA INTERNA.

En las inmensas grutas que existen por debajo del manto de magma ígneo, se construyeron extensas redes de iluminación artificial, en unos casos ionizando las moléculas del aire para volverlas luminosas y en otros creando núcleos luminosos parecidos a soles, como inmensas lámparas esféricas suspendidas con las que se consiguió cultivar abundantes alimentos, de forma que hasta el día de hoy, la agricultura hidropónica, estimulada con luz artificial, abastece más del 80% de los alimentos necesarios para satisfacer las necesidades de estas poblaciones vegetarianas del subsuelo.

Al final, se conformó una tierra utópica de belleza y luz, que, desconocida para la mayoría de la raza humana, existe realmente en la realidad física contemporánea de esta esfera, de maera que en el profundo mundo interno de Nungimecha se encuentran antiguas civilizaciones muy activas y pujantes de seres altamente evolucionados descendientes de quienes crearon este conjunto, protegidos de las alteraciones geofísicas y de los torbellinos que han barrido vuestro mundo superficial durante tantos millones de años, estas civilizaciones no sólo sobrevivieron a la última gran glaciación, sino que crearon un mundo soberbio en el útero de la Madre Tierra, una tierra de vibración estable, con siete grandes sedes principales y otras secundarias.

Por otro lado, cada uno de los enclaves interiores existentes en esta esfera se distingue por un determinado signo de actuación; así Shamballah –o Shasvalk, presidida por Yersx- es un centro místico universal de primer orden, el Reino de Agharti –en realidad llamado Avaxhi y cuyo regente es Xhgel- es una unidad de mejora de la raza planetaria autóctona; Shangri-La –llamada Shanzag y regentado por Nhexra- es un centro de investigación sobre las relaciones intergalácticas; El Dorado –llamado en realidad Synxuski y comandado por Husxtu-, es una estación o centro técnico para la investigación sobre vehículos de desplazamiento espacial; Pxorugi, -regentado por Ziuxh-, es un centro regulador del equilibrio de la esfera. Axhanna, bajo Nigeria, gran centro de investigación sobre la biología de los lechos marinos.

La idea de una gran civilización subterránea no es una hipótesis caprichosa, pues esos enclaves interiores, son bien conocidos para los estudiosos budistas y lamas, y son muchos los místicos y visionarios que han visto esas tierras y viajado allí en su cuerpo astral. 

Los afortunados y los elegidos de entre vuestros líderes espirituales visitan físicamente el lugar con regularidad y poseen un amplio conocimiento del mundo altamente evolucionado de la Tierra interna, porque se trasladan frecuentemente a Shasvalk, donde reciben guía y dirección de los sacerdotes de la Hermandad Blanca que presiden ese reino, antes de volver a la superficie.

Ha habido sabios de muchas épocas que han traído la sabiduría y la brillantez de la idílica civilización que florece en el subsuelo y este conocimiento está firmemente asentado en vuestra conciencia colectiva, esperando vuestro reconocimiento. 

Además, a lo largo de vuestro tiempo, diversas civilizaciones han interactuado con estos esplendorosos seres de luz, porque siguen existiendo túneles energéticos conectores en diversos puntos del planeta, que también han permitido visitas de esos seres en distintos momentos cruciales del tiempo superficial.

En otras épocas de grandes cambios de la historia terrestre, algunas sociedades selectas, como los lemurianos, los tibetanos, los mayas, los antiguos egipcios, los druidas y los etruscos han sido visitados por líderes espirituales de Avaxhi, que llevaron su sabiduría a la superficie para servir al propósito superior de Nungimecha. 

De éstos, los tibetanos, han tenido contacto directo con Avaxhi hasta mediados del siglo pasado, cuando el Dalai Lama fue obligado a huir de aquellas tierras sagradas para siempre. El portal tibetano situado en el vórtice espiritual de Lasha fue sellado con su partida y reemplazado por uno que se abre desde la India, partiendo de la base del monte Kailash, y desde allí algunos líderes tibetanos selectos, que han elegido servir como mensajeros de la luz, siguen viajando a Shasvalk.

También hay otros pasadizos hacia las tierras profundas de Agartha en puntos clave del planeta, pero todos están muy protegidos holográficamente, porque son los puentes entre los mundos externo e interno, y esa vinculación hace que los entornos internos no contaminados sean extremadamente vulnerables a todas las formas de polución humana y radiación cósmica. 

Y así como la devastación humana de los ecosistemas superficiales continúa asolando y destruyendo la belleza innata de Nungimecha, el entorno subterráneo ha permanecido relativamente puro, libre de las emisiones venenosas y residuos tóxicos que se han vertido en vuestros ecosistemas superficiales y en la atmósfera. 

La supervivencia misma de estos hábitats contenidos depende de la gestión adecuada de todos los productos de deshecho y de la total comunión con los elementos. Esto se ha conseguido desde los días de la primera penetración en el subsuelo.

Por desgracia, con la creciente explotación de las capas superficiales que propicia el Gobierno Secreto, la perfecta biosfera de la Tierra interna y la armoniosa vida del pueblo de Avaxhi se están viendo alteradas. 

Hasta la fecha, los ingenieros invasores sólo han logrado penetrar en la corteza, y aún están lejos de conseguir el acceso a Avaxhi, sin embargo, su violación de las estructuras que forman el esqueleto de Nungimecha está alterando el equilibrio natural allí también y las basuras y toxinas emocionales producidas por sus maquinaciones y oscuras intenciones revisten los túneles de sus estaciones militares subterráneas cada vez mayores.

Algunos de estos productos de deshecho están penetrando en los conductos de aire y en las aguas que conducen al mundo interior subterráneo más próximo a la superficie, que sirven para sustentar la vida, manteniendo el ecosistema en equilibrio y armoniosa interdependencia, pero además, las continuas pruebas militares en el subsuelo también están teniendo un coste, y los campos de residuos radiactivos han empezado a rezumar, rebasando los límites que antes protegían el mundo interno, de forma que allí, donde la enfermedad antes era desconocida, los efectos del envenenamiento radiactivo están empezando a manifestarse lentamente entre la población.

Esta intervención agresiva, el pillaje de todos los recursos naturales y el desmantelamiento de los ecosistemas están destruyendo la armonía de estos mundos. De los microorganismos que siempre han crecido en los mares subterráneos, algunos son fotosintéticos: unidades flotantes de luz almacenada que entran a través de los portales principales, situados en los polos norte y sur. 

Billones de estas criaturas bioluminiscentes, moviéndose como un cuerpo singular, llevan luz a las aguas internas de la Tierra, estimulando el crecimiento de las plantas en las orillas y en el fondo del mar. Ellas forman la base de la cadena alimenticia, tal como lo hacen en los océanos de vuestras regiones polares, donde la luz solar no puede penetrar la superficie. Los microorganismos marinos fotosintéticos no son nuevos para vosotros; han sido estudiados y observados por los biólogos marinos.

Lo que los pensadores convencionales, los mismos que ridiculizan la vida subterránea, pasan por alto es que los Padres Creadores saben llevar luz a los rincones oscuros, tal corno hacéis vosotros. Esto no es más que un aspecto de cómo lo Divino manifiesta vida en cada respiración, en cada ocasión y en lo profundo de los mundos no cartografiados que existen más allá de vuestra conciencia. 

Tened en cuenta que existe un espectro electromagnético infinito y que existen muchas otras vibraciones de la radiación solar capaces de penetrar las capas superiores de la corteza terrestre y ser recibidas en el subsuelo. 

Por otra parte, hay que destacar que es la luz de esos Padres Creadores la que determina de dónde surgirá la vida, y el rayo visible no es lo único que levanta la hoja de hierba de su cama. 

Sin embargo, como la biología moderna niega la posibilidad de que la vida prospere sin luz solar, obviáis la idea de posibles civilizaciones subterráneas como puras historias sin sentido de la literatura de ciencia ficción, historias que han sido sembradas deliberadamente de ese modo en vuestras mentes consciente y subconsciente.

Angel Luis Fernández.


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